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Respirando profundamente, se despeinó el pelo con los
dedos, luego dejó caer las manos en el regazo. Tal vez no tenía nada de qué
preocuparse. Nada por lo que sentirse culpable. Ella no tenía por qué esperar
nada. Era grandecita. Una chica inteligente. Probablemente sabía que lo de la
cama, lo del suelo y lo de la ducha había sido un error garrafal. Seguramente
temía volver a verlo. Habían sentido algo intenso durante un par de horas, algo
realmente bueno, pero no podía ocurrir de nuevo. Ella también lo sabía. Tenía
que saber que no había ninguna posibilidad de que mantuvieran una relación.
Capítulo 71:
Con las cortinas cerradas y las luces apagadas, Lali se
sentó sola en la oscura sala y miró las noticias de la tarde. El robo Arredondo
era de nuevo la noticia del día, sólo que esta vez la fotografía de Ignacio
ocupaba la pantalla en primer plano.
—Un hombre fue arrestado hoy acusado del mayor robo de la
historia de la ciudad. El empresario Ignacio Pérez... —comenzaron las noticias.
A continuación salieron unas imágenes de Whim y describieron el desarrollo de
la operación. Mostraron a un policía sacando el escritorio, la computadora y
los archivadores de Ignacio. Habían registrado la tienda buscando objetos
robados. Ella sabía todo lo que habían hecho porque había estado allí. Después
de vestirse había manejado hasta la tienda y los había observado. Ella, Mara, Eugenia
y su abogado, Ricardo Linares. Uno junto a otro. Todos excepto Peter.
Peter no había vuelto.
La historia ocupó toda la emisión. La foto de Gerónimo
Salazar apareció en una esquina y la de Ignacio en la otra mientras un portavoz
de la policía respondía a algunas preguntas.
—Tuvimos un colaborador —dijo, pero no mencionó su nombre
ni que era inocente—. Hemos mantenido al señor Pérez bajo vigilancia durante
algún tiempo.
Lali apretó el botón de apagado del control y lo dejó en
el sillón al lado del teléfono inalámbrico.
Peter ni siquiera había llamado.
Toda su vida se estaba derrumbando a su alrededor. Su
socio, un hombre en el que confiaba lo suficiente como para considerarlo un
amigo muy querido, era un ladrón. Aunque las noticias no habían mencionado su
nombre, cualquiera que la conociera asumiría que ella era culpable por
asociación. Ricardo y ella habían discutido brevemente las opciones que tenía,
como cerrar la tienda y abrirla bajo otro nombre, pero no sabía si tendría
ánimo para comenzar, otra vez, de nuevo. Pensaría en eso una vez que se
calmaran los ánimos y se le aclararan las ideas.
Sonó el teléfono que tenía a su lado y sintió un vuelco
en el estómago.
—¿Aló? —contestó antes de que timbrara una segunda vez.
—Acabo de ver las noticias —comenzó su madre—. Voy para
allá.
Lali se tragó la decepción.
—No, no es necesario. Iré a tu casa cuando pueda.
—¿Cuándo?
—Esta noche.
—No deberías estar sola.
—Estoy esperando a Peter —dijo ella; no estaría sola.
Después de colgar el teléfono, llenó el baño. Añadió
lavanda y jazmín, y dejó el teléfono al lado de la tina, pero cuando sonó otra
vez, tampoco era Peter.
—¿Viste las noticias? —empezó Eugenia.
—Las vi. —Lali se tragó la decepción por segunda vez—. Euge,
¿te importa si te llamo dentro de un rato? Estoy esperando la llamada de Peter.
—¿Por qué no lo llamas tú?
Porque no tenía el número de su casa y tampoco estaba en
la guía. Lo había buscado. Dos veces.
—No, estoy segura de que llamará cuando salga del
trabajo. Probablemente no podrá hablar conmigo sobre el caso hasta entonces. —O
sobre ellos. Sobre lo que ocurriría ahora.
Después de que Eugenia colgara, Lali salió de la tina y
se puso un short y una blusa blanca. Se dejó el pelo suelto porque pensó que a
él le gustaría más de ese modo. Ni siquiera intentó convencerse a sí misma de
que no estaba esperando su llamada. No importaba cuánto lo intentara, nunca
sería una mentirosa experta. Con cada tictac del reloj, se le tensaban más los
nervios.
A las siete y media, un minusválido vendiendo linternas
tuvo la desgracia de llamar.
—¡No! —gritó ella al teléfono—. ¡He tenido un día
realmente malo! —colgó y se hundió en el sillón. La verdad era que acababa de
ganarse el peor karma imaginable. ¿Qué clase de mujer le gritaba a un
discapacitado?
El tipo de mujer cuya vida estaba en la cuerda floja, y
que debería haber sido más escrupulosa con su negocio y su vida amorosa, pero
no lo había sido. El tipo de mujer que estaba a punto de perder la paciencia y
que sabía en lo más profundo de su ser que si podía perderse en los brazos de Peter
todo estaría bien.
Si quería hablar con él, tendría que llamar a la
comisaría o dejarle un mensaje. Había hecho el amor con él, y él le había
tocado el corazón como nadie había hecho nunca. Había tocado su cuerpo,
consiguiendo una respuesta que ella jamás había experimentado. Había sido algo
más que sexo. Lo amaba, pero tenía el alma inquieta al no saber lo que él
sentía por ella. La incertidumbre la estaba volviendo loca y aquello era peor
que cualquier cosa que hubiera sentido en su vida.
Habían hecho el amor, luego él había salido corriendo de
su casa como alma que lleva el diablo. Y sí, sabía que él no había tenido otra
opción. La lógica le decía que su precipitada partida no había sido decisión
suya, pero ni siquiera le había dado un beso de despedida. Ni siquiera había
mirado hacia atrás.
Sonó el timbre y dio un brinco. Cuando se fijó quien era
por la mirilla, Peter le devolvió la mirada desde atrás de sus lentes de sol.
Contuvo el aliento y el dolor se le asentó en el corazón como si hubiera
tragado aire.
—Peter —dijo abriendo la puerta.
Luego fue incapaz de pronunciar otra palabra por la
emoción que la embargaba. La hambrienta mirada de Lali lo recorrió de arriba
abajo, desde el pelo oscuro, pasando por el polo negro y el jean, a la punta de
los zapatos. Regresó la mirada a esa cara intensamente masculina con la sombra
característica de la barba de última hora de la tarde y las delgadas líneas de
su sensual boca. La boca con la que él le había besado el interior del muslo
hacía menos de doce horas.
—¿Viste las noticias? —preguntó, y había algo en su voz,
algo en la manera en que se comportaba que hizo sonar campanas de alarma en su
cabeza—. ¿Hablaste con tu abogado?
Finalmente, ella encontró la voz.
—Sí. ¿Quieres pasar?
Continuará…
Esperemos que peter no sea una cabezotas! Más!
ResponderEliminarQ feo día pasó Lali,tanta incertidumbre!Me dio mucha pena !
ResponderEliminarpor fin se vuelven a ver!!!! ahora queda ver que pasa despues de la detencion de Ignacio
ResponderEliminarespero mas noveee
beso
Ay pobre! Me da pena Lali! Que ni se le ocurra a Peter dejarla ahora!.más!
ResponderEliminarPobre lali va a sufrir hará que peter reconozca lo que siente :( haga quiero más
ResponderEliminarHistérico y miserable!!! Se está poniendo de lo peor este Peter!!
ResponderEliminarQuiero más!
Lore456
PD: Feliz día!
pobre Lali que día compliacado tuvo!! ahora esperemos que peter no sea cabeza dura y no la deje ahora lo necesita y MUCHO!!
ResponderEliminarhay no, no quiero ni pensar en lo q va a hacer peter
ResponderEliminarpobre lali
beso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarhola queria decirte que pienso que tienes un talento unico y que amo todas tus novelas asi que espero poder seguir disfrutanto de todas estas historia siempre porq son increibles :D ,
ResponderEliminarpor sierto tambien queria decirte que acabo de habrir un blog y he empesado a escribir una novela no es de laliter pero yo pienso que esta bien , espero que si tienes tiempo puedas pasarte y decirme que tal te parece , te dejo el link de la pag http://crazyaddygrr.blogspot.com.es/
Maravilloso el capítulo eso es lo que deben hacer hablar
ResponderEliminarQue ni se le ocurra dejarla ahora q lo matooo..osea q me importa de Arredundo..Ignacio..la comisaria y los demás..di fuese en Peter me iría con ella..osea..encontraron el amoor:) @pl_mialma
ResponderEliminarMas mas mas mas
ResponderEliminar@laliteronfire
Ay que Peter no meta mas la pata jaja pobre lali ojala que ya no sufra mas
ResponderEliminarLos quiero juntos y felices jajaja subi mas noveeeeeee me encanta
ATTE: Valeria : )
k serio esta Peter.Lali ansiosa d saber como sigue su vida,su negocio y su relacion con Peter.Yo tambien estoy ansiosa.
ResponderEliminarNo me digas que fue a la casa solo para hablar del robo -.- si es asi, es un boludo!!!!
ResponderEliminarEspero mas
Besos y disfruta de tu viaje :)
Por amor de dios te pido que no arruine todo!!!!!! tanto que les costo llegar a donde estaba como para arruinarlo todo asi de la nada! @LuciaVega14
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