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Pero tal vez su madre tenía razón en una cosa. Tal vez
fuera hora de volver a casa. Tiempo de cerrar una etapa. Tiempo de recoger los
pedazos y vivir su vida otra vez.
Capítulo 75:
Peter puso la grabación. El zumbido y el chasquido del
aparato llenaron la silenciosa sala de interrogatorios mientras se apoyaba contra
la mesa y cruzaba los brazos sobre el pecho. La película parpadeó y apareció, y
luego la cara de Lali llenó la pantalla del televisor.
—Por supuesto, yo misma soy artista —dijo ella, y oír su
voz después de un mes fue como sentir el brillo del sol en la cara después de un
invierno largo y frío; entró en cantidades por cada poro de su piel calentando
todo su ser.
—Entonces entenderá que el señor Arredondo esté ansioso
por recuperarlo —sonó su voz fuera de cámara.
—Me imagino que sí. —Los grandes ojos de Lali se llenaron
de confusión y miedo. No recordaba haberla visto tan asustada y no entendía
cómo no se había dado cuenta. Ahora lo sabía porque la conocía y sabía que era
inocente.
—¿Ha visto o se ha encontrado alguna vez con este hombre?
—preguntó él—. Su nombre es Simón Fernández.
Ella inclinó la cabeza y miró las fotos antes de volver a
pasárselas.
—No. No creo habérmelo encontrado nunca.
—¿Ha oído mencionar alguna vez ese nombre a su socio, Ignacio
Pérez? —preguntó el jefe Vázquez.
—¿Ignacio? ¿Qué tiene que ver Ignacio con ese hombre?
El jefe explicó la conexión entre Fernández e Ignacio, y
sus sospechas de cómo estaba involucrado en el robo de los Arredondo. Peter
observó la mirada de Lali que se movía de Vázquez a él con cada emoción
presente en su cara. Miró cómo se metía el pelo detrás de la oreja y puso los
ojos en blanco al ver cómo defendía ferozmente a un hombre que no merecía su
amistad.
—Claramente me enteraría si vendiera antigüedades
robadas. Trabajamos juntos casi todos los días. Si él estuviera ocultando un
secreto de esa magnitud, lo sabría.
—¿Cómo? —preguntó Vásquez.
Peter reconoció la mirada que le dio al jefe. Era la
mirada que ella reservaba para los poco entendidos.
—Sólo lo sabría.
—¿Alguna otra razón?
—Sí, es Acuario.
—¡Dios mío! —se oyó Peter decir.
Notó su propia furia y escuchó la explicación de Lali
acerca de que Lincoln también era Acuario, y esta vez se rió. Aquel día lo
había vuelto completamente loco. Y había seguido haciéndolo los siguientes días.
Se rió entre dientes mientras ella contaba lo del caramelo que había robado
pero que por supuesto no había disfrutado ni un poquito. Luego la observó taparse
la cara con las manos y la risa se le congeló en la cara. Cuando ella levantó
la mirada de nuevo, las lágrimas inundaban sus ojos y mojaban sus pestañas. Se
las limpió y miró fijamente a la cámara. Su mirada era acusadora y dolida, y Peter
se sintió como si lo hubieran golpeado en el estómago con un palo.
—Mierda —dijo a la habitación vacía y presionó el botón para
sacar el vídeo.
No debería haberlo mirado. Lo había estado evitando
durante un mes y era lo mejor que podía haber hecho. Ver cómo ella afrontaba
los hechos y oír su voz había provocado que todo saliera de nuevo a la
superficie. Todo el caos, la confusión y el deseo.
Agarró el disco y se fue a casa. Necesitaba darse una
ducha rápida, luego iría a casa de sus padres para la fiesta de cumpleaños de
su papá. De camino recogería a Alessandra.
Últimamente había pasado algún tiempo con ella. La mayor
parte en el bar. Iba a desayunar y algunas veces, cuando no podía salir, ella
le llevaba el almuerzo. Y hablaban. Bueno, Alessandra hablaba.
Habían salido dos veces y la última vez, al llevarla a
casa, la había besado. Pero algo parecía no estar bien y terminó el beso casi
antes de que empezara.
El problema no era Alessandra. Era él. Ella era todo lo
que siempre había buscado en una mujer. Todo lo que había pensado que quería.
Era bonita, inteligente, una excelente cocinera y sabía que sería la madre
ideal. Pero era aburrida hasta lo inexpresable. Y eso en realidad tampoco era
culpa de ella. No era culpa de ella que cuando él la miraba deseara que dijera
algo tan raro como para que el pelo de la nuca se le pusiera de punta. Algo que
lo haría reaccionar y ver las cosas bajo una nueva luz. Lali tenía la culpa.
Había arruinado lo que creía que quería. Ella lo había puesto todo del revés, y
su vida y su futuro ya no estaban tan claros para él como antes. Tenía la
impresión de que se estaba moviendo en círculos, de que iba en la dirección
equivocada, pero tal vez si se detenía, si se quedaba quieto, todo volvería a
encajar y su vida volvería a su curso habitual.
Esa tarde seguía dándole vueltas al asunto. Debería estar
divirtiéndose de lo lindo con su familia, pero era incapaz de hacerlo. Por eso,
era el único que estaba en la cocina mirando el jardín y pensando en el vídeo
de Lali.
Aún podía oír su voz aterrada cuando le habían pedido que
se sometiera al detector de mentiras. Si cerraba los ojos, podía ver su cara y
su pelo alborotado. Si se dejaba llevar, podía sentir el tacto de sus manos y
el sabor de su boca. Y cuando imaginaba su cuerpo apretado contra el suyo,
podía recordar el perfume de su piel. Casi era mejor que no estuviera en la
ciudad.
Sabía dónde estaba, por supuesto. Lo había sabido dos
días después de que se fuera. Había tratado de hablar con ella una vez, pero no
contestó y él no había dejado mensaje. Lo más probable era que lo odiara y no
la culpaba. No después de lo que había pasado esa noche en su puerta cuando le
había dicho que lo amaba y él le había respondido que estaba confundida. Tal
vez lo había manejado todo mal, pero como era habitual en Lali, su declaración
lo había sorprendido tanto como si lo hubiera mandado al infierno. No esperaba
algo así. Había sido el broche final para una de las peores noches de su vida.
Si tuviera vuelta atrás y pudiera hacer las cosas de otra manera, lo haría. No
sabía exactamente lo que le diría, pero de todas formas ahora no tenía
importancia. Estaba bastante seguro de que en ese momento él no era una de sus
personas favoritas.
Su madre entró y la puerta se cerró de golpe tras ella.
—Es la hora de cantar el cumpleaños.
—Bueno.
Cambió el peso de pie y observó a Alessandra hablando con
sus hermanas. Seguramente le estaban contando la vez que había quemado sus muñecas.
Sus sobrinos corrían por el gran patio, disparándose con pistolas de agua y
gritando a todo pulmón. Alessandra encajaba perfectamente en su familia, como
él ya había imaginado.
—¿Qué pasó con la chica del parque? —preguntó su madre.
Él no necesitaba preguntar qué chica.
—Era simplemente una amiga.
—Mmm. —Sacó una caja de velas y las puso en la torta de
chocolate—. Por supuesto, pero no parecía una amiga. —Peter no respondió y continuó
tal como él sabía que haría—. No miras a Alessandra de la misma manera que te
vi mirarla a ella.
—¿De qué manera?
—Como si pudieras mirarla durante el resto de tu vida.
Continuará…
Alessandra?? Peter es un IDIOTA!!!
ResponderEliminarMe encanta esta historia!
Quiero más!
Lore456
ayy me mueroo de tristezaaa
ResponderEliminar:(
maaass
No quiere verlo, no quiere ver que aunque le guste estar con Alessandra quien de verdad desea que comparta esos momentos familiares con el es Lali
ResponderEliminarAMO a la madre de Peter! aplausos para esa mujer!! jajajaj
espero mas novee beso
BASICO, Peter sos un basico!!! Con Alessandra?
ResponderEliminarQue Lali se busque un buen chongazo y se pasee de la mano por toda la fiesta y Peter se quiera cortar las venas, se lo merece.
Jajajajajja por supuesto que alessandra es aburrida,nadie puede compararse con Lali,peter esta demente si piensa que lali un dia va a salir de su cabeza.Estan de acuerdo conmigo?
ResponderEliminarMe muero, la madre de Peter sera un poco loca por las compras y le reventara mucho a Peter... Pero tiene la posta... Al igual que la mama de Lali, deberían de juntarse las dos! Jajajaja GENIAAAAA!!! Espero pronto mas! Bessos :D
ResponderEliminarAguante la madre de peter!!! Más clarito imposible! Más me encanta!
ResponderEliminarCon Alessandra?! Pero Peter es tonto? Que se deje de joder y vaya a buscar a Lali por favor!. MUY BUEN LO QUE LE DIJO LAMAMÁ DE PETER! más!
ResponderEliminarSolo sale con Alejandra para intentar olvidar a Lali,pero no puede.Fenomena la mama d el k se dio cuenta d como la miraba
ResponderEliminarlamama de peter sabeee
ResponderEliminares joda?? que carajo hace con alessandra?? dios me saca canas verdes es te pibe!!! que se deje de joder y haga algo para recuperar a Lali!!!
ResponderEliminarHERMOSAS palabras de la madre de pitt!!! q lo haga entrar en razon y vaya a buscarla!!!! besos!
ResponderEliminar@belteje
Hahah no peter es un bólido de tiempo completo hahahah espero que reaccione pronto
ResponderEliminarHola!!!
ResponderEliminarMe mataron las palabras de la mamá de Peter me derretí de amor!!!!
Saluditos me gusto mucho el CAP.
Titel
Porque Alessandra,? Porqueeee?!?!?!? Tengo unas ganas de matar a Peter..... Esta bien que le duela ver a Lali herida!!!!
ResponderEliminarY aplausos para la madre jajaja
espero mas <3
Aaaaa con eso lo mato! Mas :)
ResponderEliminarArii
Me mato a mi tambien la ultima frase!!!!
ResponderEliminar@laliteronfire
Peter un flor de tarado y la madre una GENIA!
ResponderEliminarAwwwww que frase mas tierna la del final! espero que no tarde mucho mas en darse cuenta de que fue un hegeegrwwr -.- y perdile perdon de rodillas a Lali para que lo perdone @LuciaVega14
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