miércoles, 6 de agosto de 2014

Capítulo 24


Hola, hola!!! ¿Cómo les va? Hoy hago triplete cumpleañero por Arii e Inma! :D Espero disfruten de sus días y hayan pasado sus cumples rodeadas de las personas que quieren! Y súper mimadas!!!! Les mando un beso enorme! Besos a todas por leer y en un rato nos leemos! ;)

Twitter: @Caparatodos
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—Mira a ver si puedes hacerle algo horrible mañana.

—Ya lo estoy pensando.

Capítulo 24:

Tras otra insoportable mañana de sábado intentando que catorce niños de ocho años jugaran rugby en contra de su voluntad, Peter no estaba de humor para enfrentarse a Lali, pero agarró la refrigeradora portátil del auto, paró en un kiosco de sándwiches y fue a buscarla al lugar en el que habían quedado. Lali no estaba allí, así que fue a buscar un lugar libre donde extender una vieja manta sobre el jardín, poner la canasta encima y sentarse, contento de que lo hubiera dejado plantado. El día estaba lindo, el parque estaba lleno de árboles que daban sombra, los niños se habían ido y no había nadie que lo regañara.

Entonces, Lali apareció entre los árboles, por el camino de piedras. Tenía puesto el sweater largo de color rojo otra vez, pero se había puesto una falda de cuadros rojos y negros que flotaba con la brisa. Llevaba el pelo recogido, caminaba con pasos largos y relajados, y los rayos del sol hacían que su pelo se viera con reflejos dorados. Al llegar junto a él sonrió y de repente se alegró de que no lo hubiese dejado plantado. Cuando Peter le ofreció la mano para que sentara, dudó, pero luego la aceptó y Lali sintió los dedos cálidos cuando se impulsó para sentarse a su lado.

—Hola —saludó sonriendo.

—Hola, gracias por venir.

—Gracias a ti por invitarme. Dame cien pesos —le pidió dejando la cartera a un lado.

—¿Qué?

—Había pensado arruinarte la comida, pero hace un día tan bonito, que decidí disfrutarlo. Apostaste cien pesos a que conseguías invitarme a comer.

—No —la sonrisa de Lali desapareció—. Fue Agustín el que apostó.

—No me importa. O me das la plata o aquí te quedas, con lo que tendrás que devolverle a Agustín, más otros cien por haber perdido.

—Gané en el momento en el que dijiste que sí —respondió mucho más interesado en ella de repente.

—Eso se lo cuentas a Agustín.

—Ok. ¿Qué te parece si vamos a medias?
Lali estiró la mano y movió los dedos.

—No, no.
Peter suspiró y buscó su billetera intentando no sonreír. Lali cogió su cartera, guardó el billete y le dio uno de veinte.

—¿Y esto qué es?

—Son los cincuenta que me diste el miércoles para el taxi. Me olvidé de devolvértelos.

—Así que aun así gané.

—No, ahora estamos en paz. Esos cincuenta eran tuyos y no tenía derecho a quedármelos porque no te pusiste pesado.

—El día recién empieza —dijo Peter mirando el sol.

—No te veo intentando nada en un picnic. De hecho, no te veo tirándome los galgos de ninguna manera, así que olvídalo y cuéntame todo lo que sepas de Victorio.

—Me alegro de verte —dijo y la sonrisa de Lali se hizo más amplia.

—Perdón, me había olvidado de que te gusta mucho hablar. ¿Qué tal te fue en las catorce horas desde que nos vimos por última vez, de las que has pasado ocho durmiendo?

—Bien, ¿y tú?

—Genial. ¿Cuánto rato vamos a estar así hasta que me hables de Victorio y Candela?

—Eres una mujer muy práctica —dijo Peter y Lali retiró las piernas para sentarse sobre ellas y dejó ver unas ridículas sandalias hechas en su mayor parte con cintas, con una flor roja brillante en el empeine—. Excepto en los zapatos.

—No te rías de ellos —le pidió moviendo los dedos con las uñas pintadas de rojo debajo de las flores—. Estos me encantan, me los regaló María en navidad.
Desató las cintas, se los quitó, los dejó detrás de ella y les dio una palmadita en las flores antes de girarse hacia él.

—Ya veo que te gustan mucho —dijo Peter distraído por sus uñas—. Son muy sesentas —continuó cuando Lali se cubrió los pies con la falda.

—¿Te gusta Elvis? —preguntó levantando las cejas.

—Es el mejor. ¿A ti también te gusta?

—Por supuesto. Bueno, supongo que tiene sentido, tú eres el diablo disfrazado —dijo un tanto perpleja.

—¿Qué? —preguntó Peter y entontes cayó en la cuenta—. ¿Elvis Presley?

—Claro. ¿Quién va a...? Ah, ya sé. Los ángeles quieren llevar mis zapatos rojos. Elvis Costello. También es bueno.

—Sí, lo es —dijo Peter meneando la cabeza.

—Me alegro de que esto no sea una cita o ahora se produciría un incómodo silencio.

—¿Se ha producido alguno en tu vida, Espósito? —preguntó Peter sonriendo.

—No muchos. ¿Y en la tuya?

—No —dijo dejando la bolsa con los sándwiches sobre la manta—. Muy bien, Victorio y Candela. Come algo mientras hablamos.

—¿Panchos? —preguntó Lali con el mismo tono de voz que habría utilizado, para decir «¿Cocaína?»—. No son buenos para la salud.

—Tienen proteínas —respondió Peter impaciente—. Puedes comerlas. Si quieres, deja el pan.

—Tienen grasa.

—Creía que es compatible en una dieta de carbohidratos —dijo acordándose de Melisa comiendo langostinos con mantequilla.

—Sí, pero yo hago la dieta Atkins sin grasas.

—¿Y qué puedes comer? —preguntó Peter con incredulidad.

—No mucho —contestó mirando el sándwich con evidente deseo.

—Son alemanas.

—¡Las peores!

—Es sábado, disfruta un poco.

—Eso mismo dijiste el miércoles en lo de Emilio. Ya pequé una vez esta semana.

—El sábado es el primer día de una nueva semana, peca otra vez.
Lali se mordió el labio. Volvió a levantarse la brisa, los árboles susurraron y se le levantó la falda.

—Te traje Coca—cola light para compensar —le dijo abriendo la refrigeradora portátil—. Esta conversación es de lo más aburrida.

—Perdóname. No hay nada más aburrido que hablar de comida —dijo cogiendo la bebida que le ofrecía.

—No, hablar de comida está bien, lo que es aburrido es hablar de no comer —cogió uno de los sándwiches envueltos en papel y se lo ofreció—. Come.
Lali miró el pancho, suspiró y lo desenvolvió.

—Eres un desgraciado —le soltó.

—¿Porque te alimento? ¿Tan malo te parece? Somos humanos. Se supone que tenemos que comer bien.

—¿Esto forma parte de comer bien? —preguntó y después se calló.

Continuará…

10 comentarios:

  1. Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas...
    Angy.. =D

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  2. Lo sacó dinerito x la última apuesta,no veo la hora k le cuente k sabe d la apuesta más importante.

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  3. Vale ya que le ha dado ese ataque de sinceridad por que no le cuenta tambien que sabe lo de la otra apuesta?

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  4. Gracias por el triplete, no si se esté para todos hoy pero mañana los leo sino jejejeje Felicidades Arii tambien =)

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  5. Cami te juro que estoy impaciente esperando que empiecen a saltar chispas ya entre ellos. . .necesito un poco de acción Jajaja

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  6. maaaaaaaasssssssss
    @x_ferreyra7

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  7. Q paciencia esta teniendo Peter creo yo,ella se presta al juego pero se torna medio insufrible y él en definitriva tratandola de conformar!

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  8. Me encanta nunca se aburren estando juntos! Mas

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