jueves, 28 de agosto de 2014

Capítulo 50


Hola!!! ¿Cómo les va, muchachas? Espero que todo bien! Gracias por leer y mañana dejo el capítulo programado que mi día va a estar bastante complicado!!! Como siempre, 12h Perú // 14h Argentina // 19h España Besos y nos estamos leyendo!!!! Que arranquen con todo el finde ;)

Anónimo: Ahí respondí tu comentario en el post anterior ;)

Twitter: @Caparatodos
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—No muy bien. ¿Trajiste postre?

—Helados de frambuesa.

—Sírveme un poco. Ya seré sensata mañana.

Capítulo 50:

El viernes, Peter estaba considerando la idea de quedarse en casa para variar, basándose en la teoría de que si no salía de su departamento no podría pasarle nada extraño, cuando escuchó She en el departamento de al lado.

—¡Por Dios! —exclamó y después se detuvo en seco porque eso era lo que decía Lali a todas horas. «No», se dijo antes de ir a distraerse un rato con Sonia—. ¿Han vuelto a dejarte?

—No —contestó, seria, pero no llena de lágrimas—. Estoy intentando entender mi vida. Pasa.

—¿Entender tu vida?

—No dejo de pensar que si sigo escuchando esta canción encontraré la clave —le explicó mientras sacaba la botella de whisky.

—Si tu vida depende de lo que diga una canción necesitas más el whisky que yo.

—No es eso —respondió sirviéndole un vaso—. Siempre he sido partidaria de la teoría de que un día aparecerá la mujer adecuada y lo sentiré.

—Bueno, la has evitado en más de una oportunidad —dijo agarrando el vaso que le ofrecía.

—Así que como Elvis Costello ya hizo una lista de lo que debería tener la mujer perfecta, empezaré por ahí e imaginaré con qué tipo de persona quiero pasar el resto de mi vida. Y si encuentro a alguien que no se ajuste a la lista...

—Me parece muy organizado —dijo Peter sentándose en el sillón a la vez que pensaba: «Eso es muy de Lali».

—Lo que pasa es que Elvis no dice que ella es perfecta. Así que a lo mejor sólo necesito algunos datos clave. Como que sea amable.

—Sí —aceptó Peter acordándose de Lali con Tomás.

—E inteligente. Alguien a quien no tenga que explicárselo todo.

—Es posible —dijo Peter pensando en cómo le detalló la receta del pollo al vino—. No saberlo todo no es un crimen. Yo diría más bien que ha de ser alguien abierto a nuevas ideas y que tenga cosas que enseñar.

—Ves, eso está muy bien —dijo Sonia sentándose—. Y el sentido del humor es muy importante.

—Así es. Que al menos puedas reírte de los errores —dijo Peter acordándose de Lali cuando dijo: «Me alegro de que esto no sea una cita» cuando confundieron los Elvis.

—Y como soy superficial, añadiría: que sea físicamente atractiva.

—Yo también —dijo Peter intentando no pensar en Lali en todo su lujurioso esplendor—. Y que use zapatos bonitos.

—¿Qué?

—Nada. ¿Qué más?

—Eso es todo. No quería que fuera una lista muy larga. Amable, inteligente, divertida y atractiva. ¿Qué te parece?

—Buenísimo, si la encuentras.

—¿No lo has hecho tú? ¿Lali? Parecía...

—No salgo con ella. Casi no la conozco.

—¿Y por qué? Es guapa, amable, inteligente, te hace sonreír y te deja en las nubes cuando la besas. ¿Qué le falta?

—Bueno, me ataca bastante.

—Cobarde. Has podido huir de las demás porque no eran adecuadas, pero ésta es la verdadera y por eso sales corriendo.

—Y tengo que escuchar esas cosas de una mujer que ha hecho una lista para el amor —dijo levantándose y devolviéndole el vaso—. Me voy. Buena suerte con la lista.

Sonia empezó a renegar mientras él salía por la puerta sin hacerle caso. Una vez en casa se dio cuenta de que no había comido y no quería salir porque si lo hacía se encontraría con Lali.

«No pasa nada», pensó mientras iba a la cocina. Tenía pan, queso y no mucho más, así que enchufó la tostadora, metió unas rebanadas y se apoyó en la refrigeradora a esperar a que saltaran.

Mientras tanto se fijó en que tenía una cocina horrible. Y que la sala era aún peor. Puede que si arreglara un poco le provocara más quedarse en casa. Se estaba haciendo demasiado viejo para estar a todas horas en los bares. Sonó el teléfono y lo descolgó, contentó de que algo lo distrajera.

—¿Peter? —escuchó que decía su madre, incluso ella era mejor que el silencio.

—¡Ma! ¿Cómo estás? —saltaron las tostadas y se colocó el auricular entre el hombro y la oreja mientras sacaba una rebanada de queso.

—Te llamo por lo de la cena del domingo.

—Allí estaré —dijo mientras pensaba: «Voy todos los terceros domingos de cada mes, mamá». Era casi una tradición.

—Quiero que pases a recoger a nuestra invitada.

—¿Invitada? —preguntó mientras sacaba un cuchillo de mesa para untar un poco de mantequilla.

—Mariana Espósito.

—¿Qué? —exclamó soltando el cuchillo.

—La invité porque últimamente Tomás habla mucho de ella y pensé que le gustaría que estuviese.

—¿Qué dijo cuando la llamaste?

—Pareció sorprendida, pero cuando le expliqué que Tomás se alegraría mucho...

—Dijo que sí. Sin embargo no puedo llevarla porque no voy a volver a verla ja... —tocó el metal ardiente de la tostadora, se quemó y soltó el teléfono—. ¡Mierda! —exclamó llevándose los dedos a la boca.

—¿Peter?

—Perdona, me quemé haciendo una tostada —se disculpó abriendo el caño del agua fría y poniendo los dedos debajo—. Es igual, no voy a volver a ver a Mariana Espósito nunca más —se alejó del lavadero, pisó algo y al resbalarse se golpeó el pie contra el armario—. ¡Ay!

—¿Peter?

—Pisé un cuchillo —se agachó para cogerlo y al levantarse se dio contra la encimera—. ¡Por Dios!

—¿Te cortaste?

—No. Te llamo mañana —dijo mientras dejaba el cuchillo en el lavadero.

—¿Peter? —dijo su madre antes de que Peter colgara para meditar la situación.

Se estaba haciendo daño él solo, eso era. Estaba distraído, cansado y hambriento y no prestaba atención. Descolgó el teléfono otra vez y llamó a Agustín.

—¿Hola? —gritó éste por encima del ruido del bar.

—¿Está Lali contigo?

—Un segundo —le pidió y después ya no oyó el ruido de fondo—. Ahora sí, ¿qué decías?

—Que si está Lali contigo. Estoy intentando asegurarme de que no está en ninguno de los sitios a los que voy. Me está volviendo loco.

—¿Te está acosando? —preguntó con tono desconfiado.

—No, ella no quiere verme tampoco, pero es como si estuviésemos dentro de una caja. Intentamos ir por caminos diferentes y siempre terminamos encontrándonos. No van a ir a lo de Emilio, ¿no?

—Pura teoría del caos. Lali es un extraño atractor.

—Eso es verdad. ¿Puedo cenar tranquilo en la cocina de Emilio?

—Sí. En serio, la caja de la que hablas es el campo de atracción. Intentan escapar y se golpean con las paredes accidentalmente porque son inestables, no reinciden, pero siguen una pauta.

—Me alegro. Encárgate de que Lali no se acerque a Emilio, me muero de hambre.

—Creo que se ha ido con María a no sé donde. Han estado hablando toda la noche de un trabajo que Lali quiere que María acepte y creo que la ha llevado para que lo vea. A menos que Emilio necesite ayuda, no estará allí.

—No la necesita, tiene un montón de sobrinos. —Gracias, Agustín. Hasta mañana.

Colgó, se cambió de ropa y se dirigió hacia el restaurante intentando no pensar en Lali. No funcionó, así que lo cambió por la teoría del caos, de la que tenía un vago recuerdo. El efecto mariposa, de eso se acordaba, el batir de alas de una mariposa en Hong Kong puede causar un huracán en Florida o prevenir un tornado en Tejas diez años después, elige lo que quieras porque es impredecible. Así era Lali, la primera noche le pareció inofensiva, dos semanas después había batido las alas y ahora estaba hecho un lío. Era una mariposa fantasma.

Continuará…

13 comentarios:

  1. estos dos si q son tontos, mas enamorados no pueden estar uno del otro hay el destino los sigue uniendo.. lindo capi

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  2. que negadoorr q es
    +++++
    @x_ferreyra7

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  3. Parece q tuviera un maleficio echado,JAJA me rei mucho con todos "sus accidentes"JAJA

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  4. jajjaaj me mate de risa con pitt matandose solo pobrecito!! se que se van a encontrar en lo de emilio, se tienen que encontrar! jaja
    espero el proximo capitulo!!!!
    BESOS!!

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  5. jajajajajajajaja,la d golpes k se dio.
    Hace todo lo posible x no encontrarse con ella ,pero el destino es caprichoso.

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  6. me encantooooooooooooo...
    maaaaaaaaaaaaaaaaaaas... =D

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  7. Enamorada de esta novela! Más!

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  8. Cobardes e inmaduros, eso es lo que son!

    Quiero más!
    Lore

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  9. Cena familiar ya jajajajajaja Ella es el huracan particular de el

    Espero mass

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  10. Jajajaja cena con la suegra y los cuñados!!! Jaja
    Que genial
    Pobre Peter, casi se mata el sólo.
    Besos

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