domingo, 17 de agosto de 2014

Capítulo 37


Hola, hola! ¿Cómo les va? Espero que todo bien por ahí! Gracias por leer y espero estén disfrutando del domingo! Besos y hasta después! 

P.D.: Más tarde subo otro, porque sí! jajajaj :D

Twitter: @Caparatodos
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—¿Cómo haces para no caerte de la cama?

Capítulo 37:

—Me agarro y procuro no mirar el cabezal. Me encanta. Lo compré el mes pasado, aunque no es nada práctico...

Siguió hablando, pero Peter había dejado de escucharla cuando dijo: «Me agarro» y se la imaginaba tumbada sobre el suave edredón de satén azul, con el pelo esparcido sobre los almohadones y sus labios abiertos sonriéndole, las manos agarrando el cabezal, su suave cuerpo...

—¿Peter?

—Huele muy bien —dijo éste intentando pensar en algo que no contuviera la palabra «suave» o «duro».

—Mi abuela siempre ponía lavanda en las almohadas. O puede que sean las velas de canela.

—Es..., es muy bonito —dijo Peter aclarándose la garganta—. Es la única cosa en este apartamento que te pega —la idea de tumbarla sobre el edredón era factible, así que propuso—: Vamos a cenar.

—Muy bien —aceptó Lali saliendo de la habitación.

—¿Quieres que cierre la ventana?

—¿Y cómo entrará el gato?

—Tienes razón —dijo Peter pensando «¡Dios mío! Le traje un gato salvaje».

—Así que el pollo al vino no es muy juicioso para el corazón ni respeta el peso —dijo Lali mientras comían la ensalada de Emilio.

—¿Juicioso para el corazón? —preguntó Peter cogiendo su vaso de vino—. ¿Quieres decir si es saludable? Porque la respuesta es sí. Ya te lo he dicho, el aceite de oliva es bueno para la salud. Y un poco de harina y mantequilla no te van a matar.

—Eso díselo a mi madre. ¡Qué buena! —exclamó comiendo un poco más de ensalada—. Creo que la lección de todo esto es que no debería cocinar.

—¿Por qué? Ha sido tu primer intento. Todo el mundo comete errores —dijo cogiendo la cajita del pollo y sirviéndolo en los platos sin que se cayera nada.

—Excepto tú, todo lo haces bien —lo alabó mientras observaba lo que hacía.

—Bueno. Te dejaron, hasta ahí sé, pero no te importaba el tipo. Entonces, ¿por qué sigues enojada y te la agarras conmigo?

—Fue un poco como la gota que rebalsó el vaso —contestó cortando el pollo. Después se llevó un trozo a la boca y puso esa arrebatada expresión que siempre tenía cuando comía algo bueno.

—Deberías abandonar las dietas. ¿Qué te hizo que no pudieras olvidar?

—Bueno —empezó a decir pinchando un champiñón con más animadversión de la que merecía—. Fue sobre todo por mi peso.

—¿Se metía con él? Ese tipo es un tarado —aseguró meneando la cabeza.

—No es que lo criticara exactamente, simplemente me sugería que me pusiera a dieta. Después me dejó porque no me acostaba con él.

—¿Te pidió que te pusieras a dieta y luego que te fueras a la cama con él? Retiro lo dicho, el tarado le queda corto.

—Ya, pero tenía algo de razón. Es decir, respecto a mi peso. ¿No? —preguntó desafiante.

—Si te contesto dirigirás toda tu rabia contra mí y prefiero que lo hagas contra el idiota que te dejó, yo soy el bueno de la película.
Lali apuñaló otro champiñón y dejó el tenedor.

—Ok, ésta te la paso. No me importa lo que digas, no me enojaré.

—¿Y cómo lo vas a hacer? —preguntó Peter mirándola.

—Bueno, me enojaré, pero seré justa. Eres el único hombre en el que confío lo suficiente como para decirle la verdad.

—¿Confías en mí? —preguntó Peter sorprendido y halagado—. Creía que era un idiota.

—Y lo eres, pero sueles decirme la verdad. En la mayoría de cosas.

—Jamás te mentí en nada —aseguró Peter dejando de comer.

—Ya. ¿Y qué se supone que debo hacer con mi peso? —preguntó Lali altanera.

—Muy bien. Ahí va la verdad. Nunca serás una escuálida. Eres una mujer con curvas. Tienes las caderas anchas, un buen estómago y un pecho prominente. Eres...

—Sana —lo cortó Lali duramente.

—Lujuriosa —la contradijo Peter mirando el leve subir y bajar de sus pechos debajo de la blusa.

—Obesa —gruñó Lali.

—Opulenta —dijo Peter recordando la suave curva que había tenido en su mano.

—Regordeta.

—Suave, con curvas y muy sexy, me estoy excitando —confesó Peter, que empezaba a marearse—. ¿Llevas algo debajo esa blusa?

—Por supuesto —contestó Lali.

—Perdón —se excusó deshaciéndose de su fantasía—. Bien. Deberíamos seguir comiendo. ¿De qué estábamos hablando?

—De mi peso.

—Sí —dijo cogiendo el tenedor otra vez—. La razón por la que no puedes perder peso es porque no debes hacerlo, tu contextura es así y si hubieras conseguido seguir una estúpida dieta para perder peso habrías acabado como el pollo que has intentado preparar. Hay cosas que deben hacerse con mantequilla. Tú eres una de ellas.

—Así que estoy condenada.

—Otro de los problemas contigo es que no escuchas. Si quieres tener un aspecto sexy, tenlo. Dispones de cosas que las mujeres delgadas no tendrán jamás y deberías alegrarte por ellas y vestirte para disfrutarlas. O, al menos, dejar que las disfruten otros. El traje que llevabas la noche que te conocí hacía que parecieras una carcelera. Sin embargo, tu ropa interior está muy bien —agregó acordándose del escote de su sweater rojo.

—No hay ropa que me quede bien.

—Por supuesto que la hay —la contradijo sin dejar de comer—. A pesar de que eres de las que están mejor sin ella —su traicionera mente intentó imaginársela y tuvo que bloquear ese pensamiento—.Supongo. Come, por favor. El hambre te pone de mal humor.

—¿Estoy mejor desnuda? No, mira...

—Me has preguntado y te he respondido, pero no quieres oír eso. La verdad es que la mayoría de los hombres preferirían irse a la cama contigo que con esas mujeres que parecen modelos, es mucho más agradable tocarte a ti, pero la mayoría de ustedes no se lo creen. Intentan perder peso para impresionarse unas a otras.

—Así que he sido sexy todos estos años... ¿Por qué no se ha dado cuenta nadie? —preguntó poniendo cara rara.

—Porque te vistes como si odiaras tu cuerpo. El estar sexy es una actitud. Si no te lo crees tú, no lo exteriorizas.

—Entonces, ¿cómo sabes que lo soy? —preguntó ya a punto de perder la paciencia.

—Porque te miré por debajo del sweater —confesó Peter acordándose de aquel momento—. Y porque te besé. Y debo de confesarlo, tu boca es un milagro. Ahora, come algo.
Lali miró su plato un momento y después lo atacó.

—Sí, esto está muy bueno —comentó al rato.

—No hay nada mejor que la buena comida. Bueno, excepto el...

—Tiene que haber una forma de conseguir que esto sea bueno para el corazón.

—Es un hecho, le estuve hablando a la pared. ¿Escuchaste algo de lo que te dije?

—¿Cómo que parecía una carcelera la primera noche que nos vimos?

—No, tenías unos zapatos muy bonitos. Con ellos sí que te arriesgas —«los pies también eran bonitos», pensó.

—¿Así que, a pesar de que parecía una carcelera, la razón por la que cruzaste el bar para intentar salir conmigo fueron mis zapatos?

Aquella pregunta parecía mal intencionada, así que intentó acordarse de por qué había salido con ella. La apuesta. Soltó un gemido. La estúpida apuesta de la cena con Benjamín.

—¡Dale!

—Hiciste una apuesta, ¿no es así? —preguntó Lali enojada.
Peter sacó la cartera y dejó un billete de cien encima de la mesa.

—Toma, todos tuyos. ¿Puedo terminar de comer antes de que me vaya?

—Sí, claro. Te estás tomando muy bien lo de haber perdido esa apuesta.

—No la perdí —dijo pinchando un champiñón—. Nunca pierdo.

—¿La cobraste? —preguntó Lali escandalizada.

—Saliste por la puerta conmigo, así que gané —dijo Peter frunciendo el ceño.

—Y todo el mundo asume que...

—¿Qué? —preguntó enojado—. Alguien apuesta cien pesos a que no sales del bar conmigo. Lo haces y gano. Ahora te los di. ¿Podemos dejar el tema de lado?

—Así que la apuesta terminó —dijo Lali con tono incrédulo.

—Sí —contestó Peter empezando a irritarse—. No me parece la mejor forma de empezar una relación, pero tampoco es que la tengamos. Estás esperando a Elvis y los dos seguimos con nuestros planes de no salir con nadie. Además te estoy alimentando. ¿Porqué estás enojada?

—Por ninguna razón en particular —aseguró Lali rotundamente antes de volver a la cocina.

—Hay algo que no sé, ¿no?

—Sí, sigue comiendo.


Continuará…

11 comentarios:

  1. y sigue a la defensiva lali
    pero por lo menos se estan llevando mejor
    al menos no lo hecho de la casa
    besoooo

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  2. Q se aclare lo q ella piensa de una vez,porq el pobre de Peter esta pagango por algo q no hizo,ademas q divinooooooooooooo todo lo q le dijo y ella no logra escucharlo!

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  3. LE tiene que decir con quien salia ....
    +++++ me ncantaa
    @x_ferreyra7

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  4. Me encanto! Pero Lali es.... Da rabia de esa sordera selectiva que sufre!
    Me encanto Peter en este capítulo

    ASÍ DEBERÍAS SER MÁS SEGUIDO! SUBIR MÁS DE UN CPAITULO POR QUE SÍ!
    Besos. Como sigues?

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  5. Buen cap. Espero el sgte :)

    @ligiaelenaCM

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  6. lo que no sabe o no quiere darse cuenta es que SE GUSTAN!!!!

    quiero maas

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  7. Maaaaaaaaaaaaaaaaaaas...
    Angy.. =D

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