martes, 12 de agosto de 2014

Capítulo 32



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—Lo soportaré —dijo sintiéndose emocionada. Colgó y miró el informe. Lo había llenado de corazones, pequeñitos, docenas de ellos—. ¡Dios mío!

Capítulo 32:

—¿Busca a Peter? —le preguntó un joven moreno que había en la puerta de Emilio—. Está en su mesa.

—¿Tengo mesa? —se extrañó, pero luego vio a Peter sentado al lado de la ventana, en el mismo sitio en el que se habían sentado el miércoles y se quedó sin respiración un segundo. «Siempre me olvido de lo guapo que es», pensó al verlo relajado en la silla, con sus ojos fijos en la calle y un perfil perfecto. Estaba tamborileando con los dedos y sus manos le parecieron fuertes. Recordó lo que le había gustado sentirlas sobre ella y pensó: «Sal de aquí». Entonces Peter notó su presencia, se enderezó y sonrió con ojos brillantes por la alegría de verla. Lali le devolvió la sonrisa y fue a sentarse con él. «Es guapísimo», pensó y aminoró el paso, pero él ya había jalado una silla para que se sentara.

—Gracias por venir —dijo, y Lali se sentó en la silla pensando «Busca algo, ten cuidado».

—¿Qué pasa? —preguntó con la voz quebrada por los nervios al darse cuenta de que estaba mirando el suelo.

—Tus zapatos. ¿Qué te pusiste?

—Pareces uno de esos tipos que hacen llamadas obscenas —respondió intentando mantener firme el tono de voz, que la estaba traicionando, y estiró el pie para que pudiera ver sus sandalias abiertas azules, que dejaban ver sus uñas pintadas del mismo color.

—No están mal, aunque los dedos son bonitos —comentó Peter meneando la cabeza.

—Son para trabajar —respondió dejando que el enojo calmara sus nervios—. Además, tienes mi sandalia roja y no me las he podido poner. ¿Me la devuelves?

—Cuándo hayamos terminado de comer. Es mi única garantía.

—¿Hace mucho que tienes ese fetichismo por los pies? —preguntó mientras Peter le pasaba la canasta del pan.

—Desde que te conocí. De repente he descubierto un mundo completamente desconocido para mí.

—Me alegro de haberte impresionado —dijo y se quedó muy sorprendida al caer en la cuenta de que lo estaba realmente. Aquello fue suficiente para volver a ponerla nerviosa. «No estoy interesada en él», se dijo empujando la canasta del pan hacia él, resuelta a ser honesta con lo que comiera, ya que no lo era con su pensamiento—. ¿Quién es que está en la puerta? Creo que deberías darle alguna lección.

—Es el sobrino de Emilio —contestó cogiendo un trozo de pan y partiéndolo—. No le vendría nada mal mejorar un poco sus modales en la mesa.

—¿No tiene Emilio a nadie que pueda poner de portero? —preguntó cogiendo la servilleta para alejar sus manos del pan—. No creo que ayude en gran cosa al negocio.

—Bernardo es el experto en relaciones sociales de la familia. Sus hermanos están en la cocina donde no puedan herir a nadie. Gracias a Dios saben cocinar. Ya pedí: ensalada y pollo al vino, nada de pasta.

—Me alegro, porque me muero de hambre. ¿Sabías que el cuarenta por ciento de la pasta que se vende son espaguetis? —«¡Trágame tierra!», pensó, mientras sonreía para suprimir su tendencia a la estadística—. Creo que demuestra una gran falta de...

—El pollo estará en quince minutos —dijo Bernardo mientras dejaba un plato de ensalada delante de Peter y otro delante de Lali—. ¿Desean vino?

—Sí, por favor. Creía que estabas mejorando tus modales.

—Contigo no —dijo Bernardo—. Ya sé que es pollo, pero para ti tinto, ¿no?

—Sí, por favor —respondió Peter—. Ahora pregunta qué tipo de tinto.

—El que Emilio ponga en el vaso —dijo antes de retirarse.

—Muy simpático —comentó Lali—, pero dejemos de hablar de él. Dame los cien pesos.

—¿Cien pesos? —preguntó Peter desconcertado antes de menear la cabeza—. No he hecho ninguna apuesta, deja de pedirme dinero.

—¿Me pediste que almorzáramos sin apostarte nada?

—No habrá ningún intercambio de dinero, excepto cuando pague la cuenta.

—Podemos pagar a medias —sugirió Lali.

—No, no podemos.

—¿Por qué? Puedo permitírmelo. Esto no es una cita. ¿Por qué...?

—Te invité yo y pagaré yo —dijo Peter poniendo esa cara de obstinación que tanto la fastidiaba.

—Eso quiere decir que el día que invite yo, seré yo quien pague.

—No, también lo haré yo. Dime, ¿quiénes son Ana, Salida y Calentona?

—¿Para eso me invitaste a comer? —preguntó Lali propagando en su voz tanto escepticismo como pudo.

—No —contestó Peter llevándose las manos a la cabeza—.¿Podríamos comportarnos alguna vez como gente normal? ¿Sonreír, conversar y fingir que no me odias?

—No te odio —aseguró Lali sorprendida—. Me caes bien. Es decir, tienes tus defectos...

—Por supuesto que los tengo, pero contigo me porté lo mejor que he podido. Excepto cuando te di un golpe en el ojo y me abalancé sobre ti en el picnic. ¿Cómo estás?

—Bien —respondió con el tono de voz más alegre que consiguió poner—. Estoy haciendo borrón y cuenta nueva. Corriendo riesgos. Como comer con un Donjuán.

—¿Crees que lo soy?

—¡Por favor! Saliste conmigo el viernes diciéndome: «Hola». ¿De quién creías que eras la reencarnación? ¿Del príncipe?
Emilio apareció antes de que Peter pudiera decir nada y Lali le sonrió, agradecida de que viniera en su rescate.

—Emilio, hola. Se me olvidó mencionarte lo de las cajas para la torta. Necesitaré doscientas.

—Ya estoy en ello. La abuela dijo que te harían falta. Ha pensado que deberían ser de diez centímetros cuadrados para trozos de tarta de ocho.

—Yo me encargo de ellas. Sí. Genial. Tu abuela en un ángel y tú mi héroe. Y, por supuesto, un genio con la comida.

—Y tú mi clienta preferida —dijo Emilio dándole un beso antes de desaparecer en la cocina.

—Me encanta —le dijo a Peter.

—Ya me di cuenta. ¿No lo habrás estado visitando a mis espaldas?

—Sí, hemos estado hablando de tortas.

—¡Dios! Para ti eso son como conversaciones obscenas.

—Muy gracioso —Lali pinchó la ensalada y mordió la lechuga. El aliño de Emilio era fuerte y picante, pero light, todo un milagro—. ¡Dios, cómo me gusta Emilio! Esta ensalada está demasiado buena, y no es algo que diga fácilmente con la ensalada.

—Háblame de la torta —le pidió Peter empezando a comer la suya.

—Mi hermana Ana se casa dentro de tres semanas —contestó Lali agradecida de que hubiera propuesto un tema que no era peligroso—. Su novio le dijo que conocía a un pastelero y que encargaría la torta para que fuera una sorpresa. Después resultó que la sorpresa era que no la había encargado.

—¿Y sigue en pie la boda?

—Sí, mi hermana dice que la culpa es suya por no habérselo recordado.

—No se parece mucho a ti.

—Es todo lo contrario, es muy simpática.

—¿Y en qué te convierte a ti eso?

—¿Yo? —preguntó Lali dejando de comer—. En normal.

Peter meneó la cabeza cuando Emilio apareció con un humeante plato de pollo al vino. Después de que él y Lali le declararan su eterna devoción, se retiró y Peter empezó a servir el pollo y los champiñones.

—¿Y dónde encajan en la historia de la torta Salida y Calentona?

—En ningún sitio. Sólo son las damas de honor de mi hermana, pero no le digas a nadie que las llamo así —le pidió probando el primer bocado de pollo. Lo saboreó y después se limpió con la lengua una gota de salsa que le había caído en el labio inferior—. ¿Crees que...?

—No hagas eso —le pidió Peter con voz apagada.

—¿Qué?


Continuará…

18 comentarios:

  1. Jajajaj que no haga eso porque pitt se la va a comer a ella no al vino! Otro :)

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  2. jajaajajajaj dijo que NO hagas eso, porque sino te va comer la boca de un beso sin importarle que estan un restaurant! jajaa
    Me encanto el capítulo!!
    Espero el proximo

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  3. Jajajajaja el dia que tengan una conversacion normal alucinare... el momento "no hagas eso"es genial!!

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  4. "no hagas eso" tres palabras y mi mente vuela libre por el aire como una paloma!
    jajaj
    Besos, me encatan tus noves!! espero el siguiente cap!!

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  5. jjajaja el final XD
    ame el capi,mata q lali todo el tiempo le ande pidiendo plata jajajja pensando q todo es una apuesta

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  6. jajajaja la va a tirar encima de la mesa! jajaj
    Quiero más!
    Lore

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  7. na me encanto el cap... este si ya no esta hasta las manos con lali ,, le queda poco
    ++++

    @x_ferreyra7

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  8. Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas...
    Angy.. =D

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  9. Las conversaciones de esos dos son como poco... Peculiares! Jajaja
    El "No hagas eso"!!! Oh, oh! Parece que alguien le excita...? Jaja

    TE LO DIJE! YA TIENE UN FETICHE CON LOS PIES.

    Besos

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  10. Me mato el "no hagas eso" Massss!!

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  11. Espero que haya chape y que Lali le diga a Peter que.la.acompañe a la boda
    Sorry que no pasé a firmar
    Ruthy

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  12. Sigue con su fetichismo.
    Jajaja celoso d la amistad k tienen Emilio y Lali.
    No hagas eso,uuuuyyy todo lo k eso implica.
    Al menos ya tienen conversaciones mas coherentes,y........sin demostracion d k Lali no lo aguanta.

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