domingo, 17 de agosto de 2014

Capítulo 38


Hola de nuevo!!!! ¿Cómo estuvo su día? Espero que todo bien y ya recargadas y listas para empezar la semana ;) Gracias por estar, por su tiempo para leer y por ser siempre tan lindas y buena onda con el blog!!!! Besos y sueñen lindo! Empiecen la semana con una sonrisa y el lunes con el pie derecho! 

Twitter: @Caparatodos
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—Hay algo que no sé, ¿no?

—Sí, sigue comiendo.

Capítulo 38:

Peter se ofreció a ayudarla con los platos, pero Lali lo despidió, enojada con él por la apuesta y consigo misma porque aquello le preocupara. Puso las sobras de Emilio en la refrigeradora y tiró lo que había intentado preparar a la basura. Después se fue al dormitorio y se metió bajo el edredón de satén. Peter había dicho que la cama era lo único que combinaba con ella. En aquel departamento lleno de muebles sencillos y pesados había elegido el único bonito, lujoso y sexy y había dicho «Ése sí va contigo». ¡El muy idiota!

El gato saltó encima de la cama y se acercó a ella sin hacer ruido. «¡Hey!», exclamó cuando se acurrucó a su lado. Lo acarició, sintió su escuálido cuerpo bajo la piel, y el animal abrió los dos ojos. Eran de distinto color y uno de ellos tenía una nube que hacía juego con el color de su piel. «Un gato peculiar», pensó mientras se acurrucaba a su lado, extremadamente reconfortado. Prendió el equipo de música que había al lado de la cama y escuchó a Elvis cantar sobre lo asquerosa que había sido su vida desde que lo había dejado su chica. El gato levantó las orejas durante una estrofa y luego volvió a relajarse sobre el edredón. «¿Te vas a venir al hotel de los corazones rotos?», le preguntó rascándole detrás de las orejas. El gato levantó la cabeza para hacer presión contra sus uñas y Lali observó su extraña cara, arrugada por el éxtasis con los dos ojos cerrados, y sintió cariño por él. Empezó a ronronear y aquel sonido le pareció más confortante de lo que había imaginado. «No me parece nada inteligente que te quedes», dijo y el gato abrió los ojos lentamente y después volvió a cerrarlos. Lali siguió acariciándolo y él se acurrucó más contra ella, cálido, relujado y confortante. No le extrañaba nada que hubiera tantas mujeres solteras que tuvieran gatos. Sin duda superaban con creces a los encantadores, mentirosos y jugadores compulsivos que besaban divinamente y tenían manos como... «Estoy tan sólo, cariño», cantaba Elvis y Lali se acercó para subir el volumen. El gato levantó la cabeza, pero parecía que las canciones le gustaban y se volvió a acurrucar junto a su estómago. «Puedes vivir aquí», dijo, y se quedaron en un silencio fraterno, escuchando a Elvis hasta que se quedaron dormidos los dos.


—Hay una belleza esperándote en tu oficina —le comunicó su ayudante cuando Benjamín llegó al trabajo el miércoles.

«Lali», pensó y después cayó en la cuenta, desilusionado, de que no podía ser. Nadie la describía como belleza.

Cuando abrió la puerta, Melisa estaba sentada al otro lado de su escritorio, con un precioso vestido rojo que le quedaba muy bien.

—Ya llegaste —dijo levantándose.

—Bonito vestido —comentó cerrando la puerta. Pasó a su lado, impresionado por la forma en que la falda se ajustaba a sus curvas.

—Olvídate del vestido. ¿Por qué sigue saliendo Peter con la mujer que amas?

—¿Está saliendo con ella? —preguntó perdiendo de repente todo interés por el vestido y sentándose en su silla.

—El lunes la llevó a comer, lo que hizo que no pudiera estar conmigo. Ayer cenaron en su departamento —le informó inclinándose hacia él con su encantadora carita tensa—. Creía que ibas a llamar a Javier. ¿Por qué siguen juntos?

—Lo llamé —aseguró mientras movía unos papeles intentando pensar con rapidez—. No sé por qué no ha funcionado. Quizá Peter lo pasa bien cuando está con ella. —«Y quiere ganar la apuesta», pensó.

—Pero no se acuestan.

—No —dijo Benjamín rezando porque Lali siguiera siendo frígida—. No lo harán.

—Creo que tienes razón —comentó Melisa empezando a dar vueltas por la habitación—. No parece una mujer que se entregue tan pronto y él no insistirá. Tiene muy buenos sentimientos.

—Pues me alegro por él. ¿Algo más?

—Quiero que llames a Lali, la invites a comer, pagues tú y la recuperes —dijo inclinándose encima del escritorio.

—Lo haces con un objetivo, ¿no? —preguntó mirándole el escote.

—Soy una experta en citas que está perdiendo al hombre que ama —confesó con la boca rígida tras respirar profundamente—. No se trata solamente de mi vida privada, sino de la pública, de toda mi vida. Tengo un potencial éxito de ventas en las manos y mi editor quiere poner nuestra foto de bodas en la contracubierta. Están en juego todas esas cosas y no voy a dejar que todo se vaya al garete porque seas demasiado débil como para conseguir que tu novia vuelva contigo. Me iré cuando me prometas que la llamarás para invitarla a comer y me digas quiénes son sus mejores amigas. El viernes la vi con dos mujeres en el bar. Una rubia y otra morocha. ¿Son amigas?
Una vaharada de tenue perfume llegó hasta Benjamín, era un aroma que mareaba.

—¿Qué perfume tienes puesto? —preguntó intentando no pensar en el comentario sobre su debilidad de carácter.

—Es una mezcla que hacen especialmente para mí con fragancias que estimulan la libido de los hombres —contestó en voz baja—. Me lo puse por ti, Benjamín, ¿quién es su mejor amiga?

—¿Qué contiene? —preguntó meneando la cabeza para aclarársela e hizo la silla hacia atrás para alejarse un poco de ella.

—Lavanda y pie de calabaza. Necesito conocer a su mejor amiga. Te estoy ayudando, Benjamín. Quieres recuperar a Lali, ¿no?

Se puso de pie frente a él, ágil y esbelta, embutida en lana roja, oliendo a lavanda y canela, y le costó un momento acordarse de quién era Lali.

—No me gustas. ¿Por qué estoy tan excitado?

—Porque eres un hombre. ¿Quién es su mejor amiga?

—¿Para qué quieres saberlo?

—Ya te lo he dicho. Atracción. Si puedo hablar con su mejor amiga de la patología de Peter con las mujeres, me aseguraré de que descubra lo suficiente como para preocuparse y entonces le dirá a Lali que Peter no le gusta. Eso servirá para evitar la fase de encaprichamiento. Es una ciencia, Benjamín. No va a haber ningún asalto en un callejón.

—Bueno —aceptó Benjamín con la mirada fija en sus pechos—. ¿Llevas algo debajo del saco?

—¿Me lo dirás si te lo enseño?

—Sí —dijo Benjamín sabiendo que era vil y débil, pero sin importarle en absoluto.

Melisa desabrochó los dos botones de la chaqueta y la abrió. Su sujetador de seda de color rojo combinaba perfectamente con el forro del saco y sus pechos eran generosos, firmes y tersos, y por lo que veía, verdaderos.

—¡Dios mío! —exclamó quedándose paralizado.

—Muy bien, ahora dame ese nombre —le pidió abrochándose el saco.

—La rubia. María Del Cerro. Cree que todos los hombres son unos idiotas.

—Y tiene razón. Invita a Lali a comer.

Después se fue y Benjamín la observó, la imagen de sus pechos perfectos seguía intacta en su retina, e intentó convencerse de que había hecho lo correcto porque alguien tenía que poner freno a Peter Lanzani. Y salvar a Lali, eso también era importante.

—¡Qué bombón! —comentó su ayudante desde la puerta oliendo el aire—. ¡Guau! ¿Eso es su perfume?

—Sí —contestó Benjamín descolgando el teléfono—. Es azufre. No la vuelvas a dejar entrar.


Continuará…

13 comentarios:

  1. Ya quiero el siguienteeeeeee, espero el proximo. Besoooos :*

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  2. benjamin estremendo idiota,lali me da lastima y la otra es tremenda gato... gracias por los dos capis

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  3. Estos dos no me gustan! Para nada! Y ojala pronto se choquen contra la pared!

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  4. Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas...
    Angy.. =D

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  5. D momento no les sirven ninguna d sus tretas.
    Espero k Mery no se deje convencer,x otra parte Lali ,ya sabe como es Peter,y aún así le permite cierto trato.
    Si k es rarito el gato ,jajajjajajajaja.
    Espero k estés mejor,creo k es así x tus palabras ,son muy alegres.
    Gracias x los dos caps.
    Besos

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  6. estos dos mas intentan separar a lali y peter y mas los unen jajajaja
    que tengas un buen comienzo de semana
    besotes

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  7. Es azufre!!!
    Melissa es una pendeja total! Y ciega a más no poder. Va a perder toda su vida por ciega.

    Besos, Vami muchos éxitos el lunes.

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  8. Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas

    Q mal me cae esta mujer

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