Hola!!! Cómo están?! Espero
que bien! Les agradezco los comentarios, son geniales!!!! Gracias, gracias,
gracias. Me pone feliz que les guste tanto!!! Besos y nos leemos mañana ;)
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@Caparatodos
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—Sí,
señora —respondió él, intentando ocultar su alegría por la actitud autoritaria
de su madre.
Por desgracia, aún le quedaba por
convencer a la parte más difícil.
Capítulo
52:
—¡No
hay forma! —exclamó Lali, mirando a Peter como si se hubiera vuelto loco—. ¡No
pienso comer con tu madre! Ni por un millón de dólares.
—¿Ni
siquiera para darme las gracias por el árbol de Navidad?
—Ni
siquiera por eso —insistió ella. Si hubiera sabido cuáles eran las intenciones
de Peter al aparecer en su departamento con una pizza y una botella de vino
carísimo, no le hubiese abierto la puerta. El olor de la pizza hacía estragos en
ella, pero no podía ceder así como así—. Tu madre me arrancaría los ojos si
pudiera.
—Me ha
prometido comportarse educadamente.
—Ah,
genial, ahora sí me quedo tranquila —dijo Lali en tono sarcástico mientras
agarraba un pedazo de pizza con aceitunas negras y champiñones. Su preferida.
—Toma
un poco de vino —la alentó él, acercándole la copa.
—No voy
a cambiar de opinión, por mucho que intentes emborracharme —dijo, pero aun así
tomó un sorbo de vino. Estaba realmente delicioso.
—Lali,
ya sé que mi mamá se pasó de la raya cuando te conoció, pero en el fondo es una
buena mujer.
—¿Una
buena mujer? —repitió ella—. ¿Estamos hablando de la misma mujer a la que casi tuviste
que sujetar la última vez que nos vimos?
—La
misma —respondió él avergonzado.
—Y aun
así crees que es buena idea que comamos los tres juntos… ¿Te volviste loco?
—Puede
ser. Pero podríamos intentarlo. Ella me ha prometido comportarse. Si tú también
lo haces, no será tan horrible.
—¿Por
qué quieres hacer esto?
—Porque,
a pesar de todos sus defectos, es mi mamá. Y tú me importas. Me gustaría que
las dos se pudieran llevar bien.
—¿Mejor
de lo que se llevan ustedes? —comentó ella.
Peter
hizo una mueca, pero se acercó un poco más.
—Te
estaría muy, muy agradecido.
—¿Cuánto?
—le preguntó ella, mirándolo con los ojos entrecerrados.
—Mucho.
—¿Lo
suficiente para ayudarme con la mudanza cuando sea el momento?
—Pensaba
ayudarte de todas maneras —respondió él, sonriendo.
—¿En
serio? ¿Y para ayudarme a pintar los cuartos, arreglar las tuberías, instalar
ventiladores en el techo, cambiar las tejas…?
—¿Las
tejas también?
—Tranquilo,
sólo estaba bromeando —se rió—. El techo está bien. Sólo quería chequear hasta
dónde estás dispuesto a llegar para que acepte comer con tu madre.
—Me
parece justo. Nadie mejor que yo sabe lo difícil que puede ser mi mamá. Si te
sirve de consuelo, fue igual de mala con los prometidos de mis hermanas, y
todos eran de buenas familias.
—Salvo
que tú no estás pensando en casarte —le recordó Lali.
—No
estés tan segura.
Bueno,
aquello sí que subía los riesgos a un límite inesperado, pensó ella.
Extrañamente,
no sintió la ola de pánico que era de esperar. Miró a Peter a los ojos y se encontró
con su mirada suplicante y sincera.
—Está
bien —aceptó—. Pero no digas que no te lo advertí. Esto me parece una mala
idea.
—No, no
lo es —le aseguró él—. Ya vas a ver. Le causarás una buenísima impresión.
Lali se
conformaría con acabar la comida sin estrangularla.
El auto
de María se detuvo en la carretera, a quince kilómetros de Monte Grande. Había
comprado aquel armatoste porque le inspiraba confianza, y porque Sebastián no
le daba el visto bueno a ningún vehículo que no saliera de su concesionario.
Por
desgracia, el concesionario más cercano de esa marca estaba a una hora de
camino, y ningún mecánico en Monte Grande se atrevería a tocar el motor. Necesitaba
una grúa.
Apretó
los dientes y marcó el número de Sebastián, preparándose para escuchar un
sermón sobre la mala elección que había hecho con aquel auto.
—Estoy botada
en medio del camino —le dijo sin más preámbulos—. No necesito un regaño.
Necesito ayuda.
—¿Se te
ha bajado una llanta?
—No. El
motor se detuvo de repente. He tenido suerte de poder llegar a la banquina sin
chocar con nadie.
—¿Dónde
estás exactamente? —le preguntó Sebastián, y ella se lo dijo—. Bien, quédate
ahí y no salgas del auto. La ayuda está en camino.
Veinte
minutos después llegó la grúa, seguida por Sebastián.
—Pensé
que querrías llevar el auto al concesionario —dijo él—. Y entonces necesitarías
que alguien te llevara a casa.
Ella lo
observó con recelo mientras Sebastián salía de su carro y le abría la puerta,
algo que muy pocos hombres se molestaban en hacer ya.
—Y así
tendrás tiempo para burlarte de mi desgracia —le dijo mientras se acomodaba en
el cómodo asiento de cuero.
—No
tenía pensado hacerlo, pero si eso te hace sentir mejor… —sugirió él con una
sonrisa.
—No,
por favor.
Sebastián
intercambió unas palabras con el conductor de la grúa y se sentó al volante.
—¿Estás
bien?
—Sólo
un poco enojada —respondió ella—. Quién sabe cuánto tardarán en arreglarlo.
—Te
prestaré uno, no te preocupes —le aseguró él.
—¿Por
qué eres tan bueno conmigo? —le preguntó María con el ceño fruncido.
—¿Por
qué no habría de serlo? —preguntó él, frunciendo el ceño también.
—Bueno…
habíamos quedado en que nos llevaríamos bien cuando Fiorella estuviera en casa
por Navidad, pero esto me parece… demasiado.
—¿Y
entonces por qué me llamaste?
María
titubeó un momento.
—Porque
sabía que podía contar contigo —admitió.
—Ahí está
tu respuesta —dijo él—. El bueno de Sebastián Laos al rescate, como siempre.
María
oyó una nota de amargura en su voz y sintió como se le formaba un nudo en el
estómago. Una vez más lo había herido sin darse cuenta.
—Lo
siento —murmuró—. De verdad.
Él dijo
algo en voz baja y alejó los ojos de la carretera para mirarla un momento.
—Tranquila.
Es que… intento convencerme de que he rehecho mi vida y de repente descubro que
sigues logrando ponerlo de cabeza. No me gusta, María. No me gusta la imagen
que doy.
—Peor
es la imagen que doy yo —respondió ella suavemente—. No te traigo más que dolor
y problemas cuando tú siempre has sido encantador conmigo. No me gusta esta
sensación tan desconsiderada y egoísta.
Él no
respondió ni le dijo que ella no era desconsiderada ni egoísta, como habría
hecho en el pasado. Dejó que las palabras quedaran suspendidas entre ellos,
dolorosamente sinceras.
—¿Crees
que uno puede cambiar? —le preguntó ella—. ¿Crees que a nuestra edad se pueden
abandonar las malas costumbres?
—Por
supuesto —respondió él al momento—. Al menos, quiero creer que es posible.
—Yo
también.
Sebastián
metió el auto en el estacionamiento de su concesionario y adoptó una expresión
más cordial y sonriente, sin duda para dar una buena imagen a sus empleados y
clientes.
—Entra
y te buscaremos un auto.
—No
tienes por qué hacerlo —dijo ella.
Sebastián
volvió a fruncir el ceño.
—No
seas tonta. Te hace falta uno y yo tengo muchos disponibles. Es tan fácil como
eso.
—Está
bien —aceptó ella—. Pero te pagaré por el préstamo.
—Estás agotando
mi paciencia, María.
—¿Un
almuerzo? —sugirió ella—. ¿Una cena? Deja que al menos te invite a comer.
Por un
momento, Sebastián pareció estar batallando una guerra interna consigo mismo,
pero finalmente suspiró y asintió.
—De
acuerdo. Un almuerzo me parece bien.
—¿Mañana?
—Claro.
¿Por qué no?
María
sonrió por su falta de entusiasmo.
—Te
prometo que no será doloroso.
—No
hagas promesas que no puedes cumplir, Mery. Te veré mañana al mediodía. ¿En Delica’s?
¿O te provoca ir a ese restaurante que tanto te gustaba?
—Seguramente
prefieras una hamburguesa en Café, Café.
—Imagina
los chismes si aparecemos juntos en Café, Café —dijo él.
—No
sería la primera vez que hablan de mí —le recordó ella—. Si a ti no te importa,
a mí tampoco.
—Muy
bien. Entonces nos vemos en Café, Café.
Satisfecha, María lo besó
impulsivamente en la mejilla y salió del auto. No estaba del todo segura de lo
que había pasado entre ella y Sebastián, pero de repente parecía algo más que
una cita para almorzar juntos.
me gusto el capítulo!! al final no fue tan dificil convencer a lali ahora esperemos que el encuentro sea en paz !!
ResponderEliminarespero más noveeee
Me alegra que poco a poco maria empiece a mejorar un toque su vida! Dios sebastian es muy bueno!
ResponderEliminarLo que va a ser esa cena por favor! :P Jajajaja QUIERO MAS!
Sisi me gusto el cap, quiero leer que va a pasar en el almuerzo de Lali, Peter y su mamà jaja
ResponderEliminarEspeero mas, beso :)
Arii - @AriadnaAyelen
Pense k le iba a PETER tomar mas tiempo convencer a LALI pero lo logro.
ResponderEliminarOjala el almuerzo valla bien y asi evitar k LALI kiera matar a la mamá de PETER.
NE ENCANTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
MASSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
Ja sabia que Lali aceptaria, y que bueno que María esta tratando de reacer su vida lejos de Peter haha, todos esta saliendo bien en monte grande.
ResponderEliminarMaría.
Awwwwwwwwwwwwwwwwwwwww mi vida son mas tiernos esos dos!! los AMOOO me encantaaaa menos mal que Peter pudo convencer a Lali para que acepte ya quiero ver como va a ser la comida y espero que ninguna tenga que usar peluca despues(? jajajaja muchas gracias por subir cap y avisarme Cami ME ENCANTOOOOO MAS POR FAS!!!! @LuciaVega14
ResponderEliminarMass!! jummm me parece que se van a encontrar en el almuerzo, hay que ver como sale todo...masssssssss
ResponderEliminar@nathies1024
Estoy esperando con ansias el almuerzo de Peter, Lali y la sra. mamá Lanzani! jeje
ResponderEliminarQuiero más!
Lore456
Ese almuerzo va a estar genial!!!! Más me encanta!
ResponderEliminarMuy bueno el capitulo y por un momento creia que Peter y lali se iban a topar con Maria en el restaurante
ResponderEliminarPeter convenció a Lali?? No lo puedo creeeer!
ResponderEliminarLos amooo
@gaslitervetrac
jajajajaja como lo chantajeo lali a peter jajaja
ResponderEliminarme encanto el cap
beso
Me gusta que Lali sea mas abierta con Peter y su chantaje me he reido
ResponderEliminarMasi_ruth
Uuu,jajajaj,me muero con lali!!!jajajaj,dios ya quiero ese almuerzo!!!!!!!!sobre mery,ojala resuelva su vida amorosa,masmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmas,muymuymuy buena,me encantaaaaaaa!!!!!!!!!!!besos nos leemos mañana
ResponderEliminarDeseando que llegué el almuerzo,y me ha encantado cuando Peter le indicio a Lali que podría estas pensando en casamiento
ResponderEliminarCreo q ha quedado comprobado q Peter logra en Lali efectos increibles!Muero por leer ese encuentro!
ResponderEliminarVIVA EL AMOR!!!! jajajajaja
ResponderEliminarla verdad creia imposible que Peter convenciera a Lali para el almuerzo con la futura suegra, pero lo logro... el es tan IRRESISTIBLE =P
y bueno, ahora todavia veo mas cerca la posibilidad que senastian y maria lleguen a volver a estar juntos <3
espero masssssssssssss tqq
Mr encanta que Peter convenció a Lali de ir con el a comer con su mamá, espero que la srnora se comporte y Lali se sienta cómoda y Peter se enamore mas de Lali y ella de el :)
ResponderEliminarSaludillos
Titel