lunes, 24 de marzo de 2014

Capítulo 50


Hola, hola!!!!! ¿Cómo están? ¿Qué tal empezaron la semana? Sé que para varias es feriado, así que con eso ya la van empezando bien jjajajaaja me alegro que les gustara la maratón de ayer y gracias a ustedes por estar! Que tengan buen día y una mejor semana todavía! Un beso y nos leemos mañana!!!

P.D.: Les dejo el capítulo de mañana programado para las Perú 12pm // Arg 14h // España 18h porque no sé a que hora vuelva de clases y prefiero asegurarme ;)

Twitter: @Caparatodos
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—Claro —dijo Peter, pisando el acelerador al ver que llegaban a una extensión abierta. La miró de reojo—. Pero soy mejor con los cuchillos.

Capítulo 50:

«Dos millones de dólares por la cabeza de Mariana Espósito».
El profesional resopló con desprecio al ver el mensaje de la pantalla. Definitivamente, Fadul estaba loco.
El mundo entero estaba loco.

Ya nada era como en los viejos tiempos, cuando el mundo estaba dividido entre los doce, tal vez quince, tipos malos. Hombres que reinaban con mano dura, tipos despiadados y decididos que nunca, jamás, enloquecían. Hombres con los que se podía contar que mantuvieran el control y que nunca enviarían mensajes lamentables como aquél desde la cárcel, clara muestra de debilidad.
Pagar un millón de dólares por un golpe ya era algo escandaloso, algo que iba en contra de las reglas.

Los golpes iban de los cien mil a los doscientos mil como mucho. El que se ofreciera más no significaba necesariamente que el golpe fuera a hacerse mejor; en todo caso, lo único que se conseguía era que los novatos que vivían bajo un puente salieran a probar suerte, interfiriendo en el camino de los profesionales y abarrotando el territorio. Ofrecer dos millones de dólares era algo de locos. Los hombres de antaño no lo habrían tolerado ni por un momento, estuvieran o no tras las rejas. Pero, al parecer, esos tiempos habían pasado y las tranquilas y mortales normas que habían gobernado el mundo estaban destrozadas.

Era una señal muy clara de que ya iba siendo hora de retirarse; sin duda alguna. Invertiría muy bien los dos millones de la recompensa de Fadul. De todas maneras, los matones como él desperdiciaban el dinero. No tenían ni la menor idea de para qué servía. Los hombres de antaño sabían muy bien que el dinero era una herramienta de precisión: un bisturí, no una pala.

El profesional se quedó mirando fijamente por las ventanas, observando cómo se arremolinaban las nubes cargadas de tormenta. El paisaje era maravilloso, tal y como le había dicho la agente inmobiliaria. La mujer se había ido feliz con la negociación, convencida de que el paisaje había sido decisivo para cerrar el trato. La hermosa y joven agente jamás habría imaginado que la venta se había realizado porque, salvo que apareciera un francotirador en helicóptero, el ático estaba fuera del campo de tiro de cualquiera.

La lluvia empezó a golpear el cristal blindado de las ventanas. El clima ya iba cambiando, así que iba siendo hora de deshacerse de Mariana Espósito y desaparecer en el Caribe.

El profesional ejercía una disciplina mental de lo más estricta cuando se centraba en una misión, pero por unos segundos, mientras el cielo se volvía gris y la lluvia se convertía en granizo, le fue fácil soñar despierto con su casita en la playa. A lo lejos, los edificios de oficinas empezaban a encender las luces temprano. Diez pisos más abajo, la gente corría a resguardarse de la lluvia y del viento que golpeaba sus paraguas y abrigos.

La casa que estaba en lo alto de un acantilado, miraba hacia una extensión de playa sin límites y de arena fina como el polvo. El agua era del mismo color que el cielo y se veía el fondo aun desde la distancia.
El profesional se sirvió dos dedos de whisky y contempló su futuro de playas, atardeceres eternos y una vida de delincuencia mucho mejor.


Peter recordaba haber leído en algún sitio que los científicos habían descubierto por qué a algunas personas se las consideraba guapas. Era un juego de la mente, relacionado con la geometría. La belleza era simetría, era así de simple. Si los dos lados de la cara eran idénticos: ¡bingo! Estrella de cine o chica de portada.

Peter miró un segundo a la mujer que había sentada a su lado. Tenía el arco de la ceja derecha un poco más alto que el de la izquierda y a su vez el ojo izquierdo más chico que el derecho, pero ¿quién no tenía un ojo más chico que el otro? Y, aun así, era asombrosa. No podía apartar los ojos de ella. Lo que demostraba que los científicos no tenían ni la más mínima idea de nada.
Allá donde estuviera Lali, el aire vibraba a su alrededor como un colibrí. Tenía un brillo especial, como si tuviera luz propia.

Menos mal que conocía el camino hasta El Puesto con los ojos cerrados, porque se distraía fácilmente con las emociones que se veían en su expresivo rostro, tan sincero y a todo color. Era tan delicada, desde la perfección perlada de su piel con ligeros toques rosados a los profundos ojos color marrón y las cejas color caoba perfectamente arqueadas.

Cuando reuniera el valor suficiente, le pediría que volviera a dejarse el pelo castaño. De morocha, Lali debía de ser absolutamente irresistible.
Estaba hecho un tarado. Ni siquiera era capaz de reunir el valor suficiente para pedirle que no volviera a teñirse el pelo.

Probablemente se hubiera acostado con Lali más veces durante aquella semana que con su mujer durante el tiempo que duró su matrimonio. Era cierto que aún no había explorado todo su cuerpo. No le había mostrado sus dotes con la lengua; ¡Dios!, pero si no habían pasado de la postura del misionero. No creía poder saciarse nunca de ella lo suficiente como para poder explorar nuevas formas. Pero sabía muy bien qué hacer para que disfrutara y estaba ansioso por explorar, en algún momento, esperaba fuera cercano, nuevas formas de hacerle el amor despacio. Sabía a qué sabía su cuerpo, cómo eran los sonidos que emitía, las fuertes contracciones con que lo agarraba cuando llegaba al clímax...

Mierda. Ya estaba otra vez armando tienda de campaña. Menos mal que se había dejado la casaca puesta. «Piensa en otra cosa», se ordenó. Pero su mente volvía una y otra vez a Lali. Se sentía más cerca de ella de lo que se hubiera sentido nunca con ninguna mujer. Mucho más cerca de lo que se había sentido con Melissa, eso seguro.

Peter se preguntó con profunda inquietud si encontraría sus silencios ofensivos o extraños. Melissa siempre estaba quejándose de ello, pues lo acusaba de ignorarla.

Lali era habladora. Normalmente eso le molestaba. Él era un solitario por carácter y por decisión propia, pero cuando hablaba de lo que había hecho en la semana, su adorable y suave voz lo cautivaba sin remedio. Escucharla era una maravilla; era divertida y elocuente.

Luego, mientras la escuchaba hablar, se quedaba cada vez más sorprendido con las historias que le contaba de los habitantes de Fiambalá. ¿Habría dos pueblos distintos pero con el mismo nombre? ¿Cómo podía haber estado en los mismos sitios y a la misma hora que ella, y no haberse enterado de lo que pasaba a su alrededor? ¿Por qué sabía todo aquello? ¿Y por qué no lo sabía él?

Se enteró de que había algo llamado el «síndrome del nido vacío», que Nadia Castillo lo padecía y que Beatriz Valle lo había pasado también, hacía tiempo; también supo que Santiago Prado seguía deprimido por la muerte de su esposa. Al escucharla hablar de la gente con la que él había crecido, se quedó sorprendido y algo triste. ¿Por qué a él nadie le decía nunca nada?

¿Dónde había estado él mientras sucedía todo aquello?

Continuará…

14 comentarios:

  1. aaa me ennnncaaaacctaaa
    mas mas ma
    besos @x_ferreyra07

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  2. Q ganas de maaas!!!!

    @laliteronfire

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  3. Peter es como un animal salvaje ,JAJAA pero me encanta lo noble de sus sentimientos

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  4. Claro, él viviendo como un ermitaño cómo se va a enterar de lo que pasa en el pueblo...
    Quiero más!
    Lore

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  5. Me gusto el capítulo!!! espero el proximo!

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  6. Cuando eres tan serio ,no eres tan perceptivo como una persona alegre .
    Las personas alegres, x naturaleza son mas abiertas y perceptivas,a los k los demás se abren fácilmente .
    Jajajajajaja,encima ser hombre ,k no se enteran jamás d nada.

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  7. Ows mas novelas.. te amo tenes las mejores novelas y no me las quita i love :3 :((

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