lunes, 31 de marzo de 2014

Capítulo 57


Hola, hola!!!!! ¿Qué tal empezaron la semana? Espero que todo bien y con toda la energia del mundo para sobrellevarla! Gracias por sus comentario, por tomarse el tiempo de leer y pasar por el blog :D no saben lo feliz que me hace leerlas y saber que les gusta!!!! Gracias y mañana nos leemos!!! Besos

Twitter: @Caparatodos
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«Esto no es bueno», pensó Peter mientras giraba por la calle de Lali.
Esa noche iba a ser diferente. Iba a ser amable; iba a hacerle el amor, no a poseerla como si se fuera a acabar el mundo.

Capítulo 57:

A la mañana siguiente, Peter tenía que irse muy temprano para llegar al aeropuerto. Tenía que hacer trasbordo en tres aeropuertos para llegar a Texas, esa misma noche. Tenía que asistir a la inauguración de la reunión anual de la Asociación de Criadores de Caballos, que era cuando compraba los potros de seis meses y se dedicaba a relacionarse como loco con la gente. Ese viaje anual era el eje central de su negocio y normalmente la pasaba bien.

Tenía que demostrarle que iba a extrañarla y eso que, a juzgar por las punzadas de dolor en el pecho cuando no estaba cerca, la palabra «extrañar» se quedaba corta. La idea de un fin de semana sin Lali le daba miedo y una sensación inexplicable de soledad.

Peter manejó por la calle de Lali y estacionó a dos cuadras, aunque a estas alturas todo Fiambalá, El Puesto y alrededores sabían que eran amantes.

Miró a Lali. Llevaba demasiado tiempo demasiado callada para lo que era ella, y ahora supo por qué: estaba apoyada contra el cristal, profundamente dormida.

—Lali —dijo suavemente. Al ver que no se movía, alargó la mano para tocarle la mejilla. Cada vez que la tocaba se sorprendía de lo suave que era su piel—. Despierta, chiquita.

Los párpados se movieron; parecía que empezaba a despertar. Por primera vez, Peter se dio cuenta de lo agotada que debía de estar. No la dejaba dormir por las noches y, durante el día, no paraba de trabajar.

A lo mejor debería portarse como un caballero. Tal vez debería acompañarla hasta la puerta y despedirse de ella con un beso, prometiéndole verla en una semana.

Lali parpadeó y abrió esos ojos tan expresivos pese al cansancio, que eran como de energía para él. Pareció desconcertada un momento, hasta que lo reconoció.

—Peter —susurró, y le sonrió.
Se le encogió el corazón.
Irse no estaba dentro de sus planes.

Peter le rodeó el cuello y la besó. Como siempre, abrió la suave y cálida boca inmediatamente, acogiéndole. Su primera reacción siempre lo dejaba sorprendido como si, si no se mantuviera pegada a ella, fuera a desaparecer como el humo.

Esta vez su reacción fue igual de intensa, pero diferente. Su cálida y adormilada piel, la débil fragancia a rosas que emanaba de ella, la suave manita que le acariciaba la mejilla y le tranquilizaba con un placer difuso, como si cayera en un mar de cálidos pétalos de rosa.

Se giraron el uno hacia el otro al mismo tiempo. Lali estiró las manos para rodearle el cuello. Él le abrió el abrigo con la mano y la metió debajo de la blusa, mientras le desabrochaba el sujetador.

Dios, cómo le gustaba su cuerpo. Cuando la acarició, Lali gimió en su boca. Sintió cómo su cuerpo se erizaba. Era exactamente lo mismo que le estaba ocurriendo a él.

Peter estaba decidido a que esta vez las cosas fueran distintas. Se separó de ella. A Lali siempre le llevaba unos minutos recuperarse de sus besos. Parpadeó despacio para abrir los ojos y le miró inquisitivamente.

—Quiero hacerlo bien. —Las palabras le salieron atropelladamente—. Necesito hacerlo bien.

Lali lo buscó con la mirada. Era como si pudiera pasear por el interior de la cabeza de Peter y leer lo que sentía. Estaba seguro de que podía percibir lo que sentía mucho mejor que él. Su rostro se ablandó.

—Ay, Peter. —Se inclinó hacia delante y apretó los labios contra los de él. No era un beso, sino consuelo—. Lo estás haciendo bien. Siempre lo haces bien.

Necesitaban estar dentro de la casa, en la cama, desnudos. Ahora mismo. Peter no podía esperar. Era como si su corazón y su miembro estuvieran unidos por una línea directa, eléctrica, y alguien hubiera encendido el interruptor, haciendo así que volvieran a la vida de inmediato.

En medio minuto había recogido las compras de Lali (bolsas llenas de material de colores de los que nunca había oído hablar, aunque al parecer en la tienda a la que fueron sí), la había ayudado a bajar de la camioneta y la llevaba medio corriendo por la calle.
Una vez dentro de su casa, Peter dejó caer todas las bolsas y cargó a Lali.

No se trataba de un gesto romántico, sino la forma más rápida de llevarla al dormitorio. Se detuvo junto a la cama y dejó que resbalara hasta el suelo. Tenía que sentir su erección. Palpitaba con tal fuerza que posiblemente el pueblo entero pudiera sentirla. Seguro que interfería en la señal de la radio.

Peter le agarró de la cabeza mientras la besaba y, con la otra mano, empezó a desvestirla, prestando mucha, mucha atención para no romper nada. Abrigo, blusa, sujetador. Ahhhhh, ahí estaba, de nuevo en su mano. Era tan suave.

Peter le soltó el pecho única y exclusivamente porque era necesario desnudarla de cintura para abajo también. Una vez estuvo desnuda, Lali se abrazó a él con fuerza y habría jurado que podía sentir su piel desnuda a través de la ropa. La agarró apretó más contra su cuerpo, sobre su erección, y se torturó a sí mismo sintiéndola.
Apartó la boca de la de ella.

—Desvísteme —le dijo sin aliento. Alguien tenía que hacerlo, y él tenía las manos ocupadas con ella.

—Dale. —Le sonrió mientras le desabrochaba la camisa y tiraba de ella, junto con la casaca, hasta que cayeron al suelo. Le besó el pecho hacia abajo, a través de la camiseta interior—. Sube los brazos. —No era suficientemente alta como para quitarle la camiseta, así que alzó los brazos por encima de la cabeza y Lali se la quitó. La lanzó por encima del hombro y se abrazó a él, su piel contra la de él. Se movió para llevarlos a la cama, pero se detuvo cuando Lali dijo—: Espera.
Peter se detuvo y trató de no estremecerse de impaciencia.

Alzando la vista para sonreírle, Lali le desabrochó los pantalones y le abrió el cierre lentamente, rozándolo intencionalmente. Le bajó los pantalones y los calzoncillos con calma. Poniéndose de rodillas, Lali le quitó los zapatos y las medias, y Peter levantó los pies obedientemente mientras lo desnudaban. Lali se puso de pie y sonrió al ver su cuerpo en todo su esplendor, completamente receptivo sólo para ella.

—Cama —gruñó, cargándola y dejándola suavemente sobre la cama. Se puso sobre ella y cerró los ojos momentáneamente ante el placer de volver a tenerla debajo. Y sabiendo que estaba a punto de experimentar mucho más placer.

Continuará…

13 comentarios:

  1. guaaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuu me encantooooooooooo el capitulo. eres una genia. besos

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  2. cada dia se pone mejor me encanta
    peter cada dia progresa un poquito jaja

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  3. Son tal para cual,no me imagino se aguante todo un fin de semana sin ella!y ella sin él!

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  4. Segui!!
    Jaajjaj me dio risa cuando estaban en el auto pobres estan con las hormonas a full aajjajaj
    @gbv_17

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  5. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!!!!!!

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  6. Se va todo un Finde, me da la sensacion que quiere llevarla con el, se pone cada vez mejor,

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  7. Jajaajajaja lindossssss!!!!! Mas

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  8. muuuyyy bueno el cap ... ajjajaj me casua gracia Peter planea todo mentalmente y despues no le sale controlarse jajaja pero va mejorando ♥
    otrooo
    @x_ferreyra07

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  9. Muy bueno el capítulo!! no se como van hacer para estar separados un fin de semana!! jaja
    Espero el proximo!

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  10. Jajjajajaja.Cama!!!!!!,.
    Si no es x Dani ,ni se quita los zapatos

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  11. Quien era que hablaba asi el hombre de las cabernas! -CAMA- dijo el loco jkasjllhks xD AyLoAmo!♥

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  12. Muuuuy intensos estos dos! Mas novee

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